Para lograr una reparación efectiva de las víctimas del conflicto armado colombiano se necesita una mayor articulación entre las organizaciones civiles, las entidades públicas y los entes territoriales.

Esa fue una de las principales conclusiones del panel ‘Violencia sexual y violencia de género con perspectiva psicosocial’, efectuado en desarrollo del IV Congreso Internacional de Justicia Transicional’, organizado por la Procuraduría General de la Nación, en Medellín.

Para la procuradora delegada para el Seguimiento al Acuerdo de Paz, Diana Yolima Niño Avendaño, quien moderó la conversación, la violencia de género no solo afecta el cuerpo de quien la sufre, sino también su dignidad y su proyecto de vida, “una dignidad que debe reconstruirse, no en la soledad ni en la vergüenza o el aislamiento, sino en espacios como estos promovidos por la Procuraduría ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP)”.

Por su parte, Víctor Manuel Cortés Rodríguez, representante de transmasculinidad de la Mesa de Concertación LGBTIQ+ de Cali, sostuvo que “el Estado colombiano tiene una deuda histórica con todas las víctimas del conflicto, en especial con las personas afro, indígenas y la población LGBTIQ+, entre otras, porque nunca se les ha puesto atención, ni le ha importado lo que pase con nosotros o con nuestra salud mental”, a la vez que reclamó por más acceso a la atención psicosocial de quienes han sido víctimas del conflicto armado.

Más posibilidades para acceder a educación y vivienda digna

En el panel también intervino Magda Hílamo, integrante de la comunidad Nasa y también víctima, indicó que una reparación ideal tendría que pasar por brindarles mayores posibilidades para acceder a educación, a trabajo y vivienda digna, porque de esa forma se materializaría de manera más efectiva esa acción en beneficio de quienes han sufrido el rigor del conflicto.

También intervino Cristián Correa, jefe del Centro Praxis de Reparaciones en el Global Survivors Fund, quien señaló que el roll de la Procuraduría puede ser aún más importante actuando como entidad ‘bisagra’, que permita o facilite una comunicación más fluida entre las entidades que actúan o intervienen en la atención y el desarrollo de programas en beneficio de las víctimas.

El panel contó con la participación de la conferencista australiana, Michelle Jarvis, codirectora del Mecanismo Internacional Imparcial e Independiente para la Investigación de Graves Crímenes en Siria desde 2017, quien señaló que los pilares para lograr un adecuado acercamiento a las víctimas y sobrevivientes son el diálogo bilateral, el enfoque en derechos humanos, una justicia incluyente, el abordaje de los interlocutores externos, el apoyo del establecimiento de responsabilidades a largo plazo y, por último, un permanente apoyo, protección y empoderamiento de ellas.

Finalmente, la delegada Niño Avendaño concluyó que la violencia de género es uno de los más graves y nefastos patrones de macro – criminalidad, y por esa razón reiteró el compromiso de la Procuraduría para salvaguardar “los derechos fundamentales de las víctimas, trabajando de la mano con las comunidades afectadas e impulsando la construcción del proceso de reparación donde este sea efectivo”, puntualizó.

*Con información de Procuraduría General de la Nación